Son prótesis en las cuales el componente femoral y el acetabular son de metal, fueron diseñadas con el fin de disminuir el desgaste y mejorar la durabilidad. Existe actualmente preocupación por la posible toxicidad del metal producido por el desgaste de la prótesis, especialmente en mujeres jóvenes. Al parecer puede producir reacciones autoinmunes y no se ha descartado que pueda causar daños al feto en mujeres en edad reproductiva. El uso de las prótesis metal-metal está cuestionado y sólo se recomienda en casos muy especiales.